Mi Filosofía

Desde el año 1998  acompaño a personas en procesos de autoindagación profunda, ayudándoles a mirar en sus zonas no exploradas, que muchas veces se manifiestan a través de un síntoma físico o emocional.

Para mí, la salud es el estado natural del ser humano, y cuando aparece la enfermedad, no la veo como un enemigo, sino como una llamada a la transformación interior.

Concibo al ser humano desde una visión holística. No somos solo cuerpo físico: también somos mente, emoción, energía, alma y espíritu.

Por eso, en mi práctica de terapia psicosomática en Vigo, abordo los síntomas desde todas esas dimensiones. La enfermedad rara vez es solo biológica; muchas veces tiene su raíz en un conflicto emocional, relacional o incluso transgeneracional no resuelto.

No creo en el rol del terapeuta como "sanador externo". El verdadero poder de sanación está dentro de la persona. Mi papel es acompañarte en tu propio camino de autosanación emocional y corporal, ayudándote a reconectar con tus recursos internos. Por todo acostumbro a llamar a todas las personas a los que acompaño “Actientes”; personas que activamente participan en su proceso de sanación Versus “Pacientes”; personas que pacientemente esperan a que otro les sane

Como terapeuta, soy testigo y guía, pero nunca protagonista. El protagonista eres tú.

Creo profundamente que la fuerza más sanadora que existe es el amor:

• El amor que se expresa en la empatía
• El amor que se muestra en la ternura
• El amor que se escucha en el silencio y la presencia

Y precisamente eso es lo que escasea en muchos espacios sanitarios, donde las prisas, los protocolos y los fármacos silencian la historia emocional de cada paciente. Por eso, en mi consulta en Vigo, me comprometo a mirarte a los ojos, escucharte de verdad y sostener tu proceso con respeto y humanidad.

Para mí la enfermedad es una maravillosa oportunidad para ponernos en coherencia en nuestra vida, una maravillosa oportunidad para crecer, si estamos dispuestos a ver. Ojalá, además de pasar por el bisturí quirúrgico, podamos abrir, en canal, nuestro cuerpo emocional, para mirar lo que hemos estado llevando en la sombra desde antes de la aparición de los síntomas físicos.

Cada síntoma que aparece es una oportunidad para ponerte en coherencia, para hacer visible lo que estaba oculto, para dejar de cargar con lo que ya no te pertenece.

Como decía C. G. Jung:

"La enfermedad es el esfuerzo que la naturaleza hace para sanar al hombre".

El síntoma no es el problema, es la solución biológica de tu cuerpo a un conflicto no resuelto en el inconsciente.

Por eso, además de los tratamientos físicos, necesitamos abrir también el cuerpo emocional y explorar con conciencia lo que hemos mantenido en la sombra.

Mi brújula: pasión, coherencia y legado

Sólo acompaño desde la pasión. Si una herramienta o propuesta no me conmueve por dentro, no la utilizo.

Desde el año 2001, cuando imprimí mis primeras tarjetas llevaban una frase que todavía sigue presente en mi corazón:

"El mayor bien que puedes hacer por otro no es compartir tus riquezas, sino revelarle las suyas propias."

– Benjamin Disraelí –

Y también me inspiro cada día en el legado de Hipócrates, que nos recuerda que:

"Es mucho más importante saber qué persona tiene la enfermedad que qué enfermedad tiene la persona."

"Antes de curar a alguien, pregúntale si está dispuesto a renunciar a las cosas que lo enfermaron."

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